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ST 4.2 –
Emergencias radiológicas y nucleares
FLT3-LIGANDO: BIOMARCADOR PARA EL DIAGNÓSTICO PRECOZ DEL
DAÑO HEMATOPOYÉTICO RADIOINDUCIDO EN ACCIDENTES
RADIOLÓGICOS Y NUCLEARES
Di Giorgio, Marina
1
*; Radl, Analía
1
; Sapienza, Carla
1
; Fadel, Ana María
2
;
Chebel, Graciela
2
; Di Loreto, Verónica
3
; Balbaryski, Jeanette
3
;
Aymard, Adrián
3
; Oneto, Adriana
3
1
Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN). Argentina.
2
Hospital General de Agudos Dr. Carlos Durand. Argentina.
3
TCBA Salguero. Argentina.
* Autor responsable, email: mdigiorgio@arn.gob.ar
La aplasia medular radioinducida es uno de los principales síndromes asociados a los
accidentes radiológicos y nucleares. Si bien es necesario evaluar la dosis absorbida en medula
ósea mediante la dosimetría biológica y clínica, es también importante evaluar el daño inducido
en sistemas fisiológicos críticos tales como el sistema hematopoyético. Flt3-L es una citosina
hematopoyética que en sinergismo con otros factores de crecimiento estimula la proliferación
de progenitores hematopoyéticos. Su concentración plasmática se correlaciona negativamente
con las células formadoras de colonias y anticipa pancitopenia. El objetivo del trabajo fue
evaluar la utilidad del Flt3-L como biomarcador del daño radioinducido e indicador de la
hematopoyesis residual y su aplicabilidad para evaluar la respuesta al tratamiento administrado
y seguimiento del paciente. Este estudio se realizó utilizando muestras de sangre de 16
pacientes (y 14 controles) con cáncer diferenciado de tiroides del Hospital Carlos Durand, con
tiroidectomía total y tratados con 131I, con actividades acumuladas (300 a 1000mCi),
enfermedad persistente / recurrente que requiera administración de nuevas dosis terapéuticas y
complicaciones hematológicas. Los parámetros evaluados mostraron en 5 de 11 pacientes, un
aumento significativo de Flt3-L (control: 124 ± 20 pg / ml), recuentos de glóbulos blancos y
plaquetas no indicaron depleción. Esta observación indica que Flt3 anticipa la respuesta
celular: pancitopenia, observada 30 a 45 días post administración de la actividad terapéutica.
En el paciente 1, que presentó metástasis ósea, el estudio de Flt3 y estudios citogenéticos
permitieron inferir el impacto de la exposición interna en la médula ósea, observándose una
recuperación (disminución en los niveles de Flt3) con el tiempo transcurrido, correlacionándose
con el incremento de reticulocitos. Estos resultados muestran la utilidad de biomarcadores
como Flt3 para evaluar el daño radioinducido en médula ósea facilitando el manejo médico de
las víctimas en situaciones radiológicas accidentales, evitando riesgos potenciales derivados de
trasplantes hematopoyéticos.